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2015 – Argentina: ¿Cierre de tambos o concentración?

 Tambo en la región Pampeana Argentina

Cuando se plantean conflictos de precios en la cadena láctea, dirigentes y productores denuncian el cierre de tambos como símbolo de crisis que parece llevarse puesto al sector en cada embate.

 

Cada vez que se plantea un conflicto de precios en la cadena láctea, salen voces de dirigentes y productores que denuncian el cierre de tambos como símbolo de una crisis recurrente que parece llevarse puesto al sector con cada embate. Es un diagnóstico imposible de rebatir por su veracidad. Más allá de lo poco simpático que puede ser discutir qué tan grave es la situación, lo cierto es que el goteo de tamberos que deja la actividad existe y seguirá existiendo.

 

Según el reconocido Ing. Agr. Miguel Taverna del INTA Rafaela, en el último cuarto de siglo el cierre de tambos alcanzó un promedio de 2,6% anual, una tasa que en la última década se había desacelerado al 2,4% pero que el último año volvió a subir al 3,6%. Algún comunicador que quiera imprimir cierto sesgo amarillista al asunto podría hasta decir que, con esta tasa promedio y teniendo en cuenta la cantidad de tambos existentes hace 27 años atrás, se estuvo cerrando la friolera de dos tambos por día, un verdadero título catástrofe para una nota.

 

Es un diagnóstico generalizado que en la mayoría de los casos se trata de establecimientos que no han podido crecer en escala y que terminan cerrando por cansancio y/o por la falta de una nueva generación en la familia que se haga cargo.

 

Pero el cierre de tambos es una tendencia mundial que en los países más desarrollados y que paradójicamente protegieron con subsidios y ayudas, es aún más dramático. En la Unión Europea luego de casi tres décadas de funcionamiento de un sistema de cuotas que finalizó en abril pasado, el sector primario ha transitado por tremendos cambios estructurales donde el número de tambos ha mostrado una significativa reducción. Las mayores se produjeron en Italia (-81%) y Dinamarca (-85%). En la última década, la mitad de los tamberos británicos han cerrado sus tranqueras y se espera que hacia 2025, quedaran menos de 5.000 productores activos. Paralelamente, el tamaño promedio del rodeo se ha incrementado sustancialmente en todos los países, donde Dinamarca (160 vacas/rodeo) y Reino Unido (123 vacas/rodeo) y Holanda (83 vacas) son los que presentan más escala.

 

Estados Unidos, que se ha transformado en un flamante exportador de lácteos en los últimos tres años y hoy es el tercer gran jugador, es un ejemplo de este fenómeno concentrador. Según los datos estadísticos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el 2% de los establecimientos -rodeos de más de 1.000 vacas-, sobre un total de 60.000 existentes es el dueño del 46% de las vacas y explica la mitad de la leche producida. En la otra vereda, el 49% de los farmers americanos con rodeos de menos de 50 vacas sólo explican el 4,2% de la leche.

 

En la Argentina también ha habido ganadores y perdedores. Los que quedan son más grandes y más productivos. Hace casi treinta años, el promedio de los tambos tenía 66 vacas con un promedio de 3.000 litros por lactancia y en la actualidad el promedio triplica el número de vacas y duplica su producción en relación a ese período.

 

Menos tambos, más vacas por tambo y más competitivos son sin duda la fórmula con que hoy se mide el rumbo de los sistemas en la mayoría de los países que quieren ser protagonistas del mercado mundial de leche. Argentina cuenta con un tremendo potencial productivo para duplicar la producción en 15 años. Sólo hay considerar que el 5% de la provincia de Buenos Aires representa el total de la superficie destinada a la leche en Nueva Zelandia, principal exportador mundial de lácteos.

 

Pero la agenda es mucho más compleja que la quimera de asegurar un precio justo, estable y rentable. Se necesita otro contexto para que los productores puedan progresar más allá de los vaivenes de un mercado volátil pero más mucho más prometedor, que en los últimos treinta años. La cadena láctea tiene claro que es preciso entre otras cosas reconstruir la confianza entre los actores de la cadena y entre éstos y el Estado; desarrollar políticas claras que perduren, eliminando todas las medidas intervencionistas de un Estado que termina distorsionando el mercado; mejorar la infraestructura; contar con una política crediticia que brinde financiamiento a largo plazo con tasas adecuadas e implementar programas de apoyo a pequeños productores, entre otras medidas estratégicas.

 

Por ahora cada vez que el escenario económico de la actividad empeora, el proceso de concentración se acelera dejando “fuera de la cancha”, a muchos que podrían haber tenido su oportunidad en una Argentina distinta.

 

Autor: Alejandro Sammartino

Fuente: On 24

ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN

HORMIGÓN ARMADO PARANA ENTRE RÍOS

ALQUILERES Y VENTA DE CAMPO EN ENTRE RIOS

COMPRA VENTA DE CAMPOS Y ESTANCIAS EN ENTRE RIOS

HORMIGON ARMADO PARANA ENTRE RIOS

ECOMAC CONSTRUCTORA HORMIGON ARMADO PARANA ENTRE RIOS

WHY NEW ZEALAND? TOURIST INFORMATION

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Exportaciones lácteas: 33% más que el año pasado pero 36% menos en 2006

En septiembre pasado las exportaciones argentinas de productos lácteos fueron de 20.484 toneladas, una cifra 33% superior a la registrada en el mismo mes de 2007, según datos oficiales del Senasa.Sin embargo, las exportaciones totales de lácteos en septiembre de este año son aún un 36% inferiores a las registradas en el mismo mes de 2006 (cuando las restricciones aplicadas a los envíos de lácteos no eran tan significativas como las presentes en 2007 y 2008).

Los mayores crecimientos en septiembre de 2008 versus el mismo mes de 2007 se registraron en las ventas externas de leche en polvo con destino a Venezuela (3013 versus 1779 toneladas) y Brasil (1925 versus 1411); en los envíos de quesos con destino a Rusia (1248 versus 878 toneladas); y en las colocaciones del rubro “otros lácteos” con destino a Chile (1216 versus 701 toneladas), Canadá (570 versus 51), Indonesia (300 versus 75), Perú (591 versus 39), China (549 versus 368) y Egipto (150 versus 0).

En septiembre de 2008 las ventas externas de leches –fundamentalmente leche en polvo entera– fueron de 8899 toneladas contra 6388 toneladas en el mismo mes de 2007 y 20.739 toneladas en septiembre de 2006.

En tanto, el mes pasado los envíos de quesos fueron de 4088 toneladas versus 3183 toneladas en septiembre de 2007 y 5274 toneladas en el mismo mes de 2006.

En cuanto al rubro otros lácteos, las ventas externas en septiembre fueron de 7497 toneladas versus 5791 toneladas en el mismo mes de 2007 y 6083 toneladas en septiembre de 2006.

Las principales exportaciones de lácteos durante el mes de septiembre pasado fueron realizadas por Nestlé Argentina, SanCor, Molfino-La Paulina (Saputo), Mastellone Hnos, Corlasa, Arla Foods, La Sibila y Williner.

Por otra parte, en los primeros nueve meses de 2008 las colocaciones de leches fueron de 103.755 toneladas (-7% que en el mismo período de 2007), las de “otros lácteos” de 71.505 toneladas (+30%) y la de quesos de 32.489 toneladas (-14%). En total en el período enero-septiembre de este año se exportaron lácteos por 207.749 toneladas contra 204.081 toneladas en el mismo lapso de 2007, según datos del Senasa.

La buena performance del rubro “otros lácteos” se explica porque estos productos están sujetos a derechos de exportación menores a los vigentes para las leches en polvo y, a diferencia de los quesos, tienen una demanda más limitada en el mercado interno.

Las principales colocaciones en los primeros nueve meses de este año del rubro “otros lácteos” fueron las siguientes: 9425 toneladas de manteca con destino a Rusia; 6870 toneladas de suero de leche a Brasil; 5055 y 3253 toneladas de yogur a Chile y Uruguay, respectivamente; 3444 y 2510 toneladas de caseína láctica a EE.UU. y Canadá, respectivamente; 3127 toneladas de dulce de leche a Chile; 2190 toneladas de suero de queso a Brasil; 2400, 2338 y 1259 toneladas de proteínas lácticas a Indonesia, Brasil e Israel, respectivamente; y 1273 y 1102 toneladas de grasa butirosa a Perú y Argelia, respectivamente.